La familia Gori , que tenía actividades profesionales en Florencia, se cuidó en el pasado, del desarrollo cualitativo y cuantitativo de sus propiedades agrícolas sobretodo modernizando las técnicas de cultivo “aterrazado ” para sacar el máximo rendimiento a una zona de topografía algo abrupta, pedregosa y con abundante presencia de bosques.
Los miembros de la familia Gori, en su mayoría profesionales liberales, abogados, arquitectos y médicos, con su doble actividad laboral, la profesional y la agrícola, constituyeron un claro ejemplo de la burguesía Toscana, culta y emprendedora, que fomentó las corrientes de pensamiento liberales y nacionalistas de aquella época.
Varios varones de la familia participaron a las Guerras de Independencia y la familla guarda sus medallas de reconocimiento, destacando, entre ellos, Camillo Gori que luchó junto a las Camisas Rojas lideradas por Giuseppe Garibaldi.
También cabe recordar a Tito Gori reconocido arquitecto, activo en obras publicas al tiempo de Florencia Capital y a su nieto , Agostino, reconocido historiador, cuyo texto “Gli Albori del Socialismo” es todavía consultado por estudiosos de este período. Fue el quien inició la biblioteca de familla que todavía se mantiene.
Puede que para alegrar su vida tan seria y ocupada Agostino diera huésped aje a compañías de actores itinerantes que actuaban en el pequeño teatro que había construido en la Fattoria.
La Segunda Guerra Mundial produjo un cambio radical en la gestión “a aparcería” de la agricultura típica de esta zona y fue necesario emplear “cambiar de rumbo “: la disminución de la rentabilidad de la producción agrícola se sustituyó con la valorización de sus inmuebles.
Con el tiempo y con los cambios estructurales relacionados a la producción agrícola se ha optado para reducir sustancialmente la producción de aceite y vino y dedicar todos los esfuerzos a la recuperación y remodelación de los inmuebles agrícolas y non, y a su revalorización para la actividad agro/turística.
Los edificios del conjunto , que han sido reformados en estos últimos años, forman un pequeño “borgo” o asentamiento alrededor del jardín histórico, plantado en 1926, con sus arboles de gran porte y vistas panorámicas al valle.
La familia Gori actual ha frecuentado más amplios panoramas geográficos pero siempre ha cuidando con cariño, como sus antepasados, sus raíces en Caiano y es la estratificación de generaciones, con mutados intereses diversos pero con la intención compartida de potenciar y cuidar de su propiedad rural, que dan un “sabor particular” a este antiguo lugar.
La propiedad tiene una extensión de aprox 3 ha. con plantaciones de olivos, árboles frutales y viñas. Lo que en su día fue una balsa utilizada para la recogida de agua para el regadío es hoy en día una piscina rodeada de olivos muy bien integrada en el bucólico paisaje de los alrededores.
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